La teoría de Erik H. Erikson sobre el desarrollo psicosocial de la personalidad

TEORÍA DE ERIK H. ERIKSON 





Erik Homburger Erikson nació en Kalrsruhe Alemania, el día 15 de junio de 1902. En su juventud estudió arte, terminando como profesor en una escuela de Viena que atendía los hijos de los pacientes de Freud, hecho que lo hizo aproximarse a los niños y al psicoanálisis. En este período conoció a Joan Serson, psicoanalista, con quien se casó. Estudió psicoanálisis en el Instituto Psicoanalítico de Viena, llegando a ser psicoanalista infantil.

En 1933, emigró a los Estados Unidos donde, como profesor de la Universidad de Harvard, presentó la teoría del desarrollo psicosocial que abarca el ciclo vital completo de la persona, reconstruyendo las ideas de Freud a partir de la Antropología Cultural. Fue miembro de la Clínica Psicológica de Harvard y de otros Institutos, donde realizó sus investigaciones. Murió el 12 de mayo de 1994, a los 92 años de edad


Para la elaboración de su teoría Erikson realizo una reinterpretación de las fases psicosexuales elaborados por S. Freud y enfatizó, según Engler los aspectos sociales de cada una de ellas en cuatro aspectos principales: a) incrementó el entendimiento del ‘yo’ como una fuerza intensa, vital y positiva, como una capacidad organizadora del individuo con poder de reconciliar las fuerzas sintónicas y las distónicas, así como de solucionar las crisis que surgen del  contexto genético, cultural e histórico de cada individuo; b) explicitó profundamente las etapas de desarrollo psicosexual de Freud, integrando la dimensión social y el desarrollo psicosocial; c) extendió el concepto de desarrollo de la personalidad para el ciclo completo de la vida, de la infancia a la vejez; d) exploró el impacto de la cultura, de la sociedad y de la historia en el desarrollo de la  personalidad. *

Se destacan 7 aspectos fundamentales de la teoría de Erikson: A) diferencias individuales (hombres y mujeres son diferentes). B) adaptación y ajustamiento (un “yo” fuerte es la clave para la salud mental. C) procesos cognitivos. D) sociedad (modela la forma en como las personas se desenvuelven). E) influencias biológicas (los factores biológicos son importantes para determinar la personalidad). F) desarrollo del niño. G) desarrollo del adulto.

Los estadíos son jerárquicos, esto es, integran las cualidades y las limitaciones de los estadíos anteriores; el modelo epigenético de Erikson es también un modelo ontogenético.

La crisis según Erikson, comprende el paso de un estadío a otro, como un proceso progresivo de cambio de las estructuras operacionales, o un proceso de estancamiento (o regresivo) en el mismo.

La teoría de Erikson comprende ochos de los siguientes estadios:

ü    Confianza VS desconfianza (0-18 meses). La confianza surge de la sensación de bienestar en lo físico y psíquico, abastecidos por la madre; la desconfianza se desarrolla cuando no se encuentra respuesta a las necesidades básicas dándole una sensación de abandono, la virtud en este estadio es la esperanza, nutriendo al niño de una confianza interior.

ü    Autonomía VS vergüenza (2-3 años). La autonomía surge a partir de la libertad física, de locomoción y verbal, un excesivo sentimiento de autoconfianza y la perdida de autocontrol conlleva a sentir vergüenza ante la imposibilidad de la libertad física, esto puede llevar a presentar conductas hostiles y compulsivas, la virtud es la voluntad de aprender a discernir y decidir.

ü    Iniciativa VS culpa (3-5 años). La iniciativa surge a partir del descubrimiento y el aprendizaje sexual, y el perfeccionamiento del lenguaje predisponiendo al niño a iniciarse en la realidad o fantasía, la culpa aparece ante el fracaso en el aprendizaje psicosexual cognitivo y comportamental. La virtud es el propósito; se encuentra en los prototipos ideales representados por los padres y la sociedad.

ü    Laboriosidad VS inferioridad (5-13 años). La laboriosidad surge a partir del deseo del conocimiento científico y tecnológico para la formación del futuro profesional, la fuerza distónica surge a partir del sentimiento de incapacidad de aprendizaje cognitivo, comportamental y productividad. La resolución surge a partir de la competencia personal y profesional.

ü    Identidad VS confusión (12-20 años). El período de la pubertad y de la adolescencia se inicia con la combinación del crecimiento rápido del cuerpo y de la madurez psicosexual; la integración psicosexual y psicosocial de esta etapa tiene la función de la formación de la identidad personal. La fuerza distónica es la confusión de identidad, de roles, la inseguridad y la incertidumbre en la formación de la identidad. La virtud es la fidelidad, es la solidificación y asunción de los contenidos y proceso de su identidad.

ü    Intimidad VS aislamiento (20-30 años). La intimidad lleva al joven adulto a confiar en alguien como compañero en el amor y en el trabajo, integrarse en afiliaciones sociales concretas y desarrollar la fuerza ética necesaria para ser fiel a esos lazos. Lo contrario es el aislamiento afectivo, el distanciamiento o la exclusividad que se expresa en el individualismo y egocentrismo sexual y psicosocial, individual o los dos. El equilibrio se encuentra entre la intimidad y el aislamiento fortaleciendo la capacidad de la realización del amor.

ü    Generatividad VS estancamiento (30-50 años). La generatividad es, fundamentalmente, el cuidado y la inversión en la formación y la educación de las nuevas generaciones, el estancamiento conlleva a olvidar esta parte del cuidado de los otros. La virtud presente es el cuidado y el amor, este sentimiento de responsabilidad que transciende la atención a la propia familia y trabajo.

ü    Integridad VS desesperanza (50 años en adelante). integridad significa la aceptación de sí, de su historia personal, de su proceso psicosexual y psicosocial; la vivencia del amor universal, como experiencia que resume su vida y su trabajo; convicción de su propio estilo e historia de vida. La falta o la pérdida de esa integración o de sus elementos se manifiestan por el sentimiento de desespero, con la ausencia de sus valores. La virtud se encuentra en la sabiduría, que recuerda el saber acumulado durante toda la vida, la capacidad de juicio maduro y justo y la comprensión de los significados de la vida.
Bordignon, N. A. (2005). El desarrollo psicosocial de Erick Erikson. El diagrama epigenético del adulto. Revista Lasallista de Investigación, 50-63.

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